Daniel Petric de 17 años fue condenado a 23 años de cárcel en Ohio, Estados Unidos por haber matado a su madre de un disparo porque no le permitió jugar Halo 3.
Durante el juicio, el padre, quien también había resultado herido por este desadaptado, pidió clemencia al juez, aunque yo no pediría clemencia ni piedad, sino que lo frían por desquiciado. Y eso que la sentencia hubiera sido de cadena perpetua, pero la defensa convenció al juez de que la adicción de este loco a los videojuegos no le dejaba actuar con cordura.
Publicado por
ADMIN
en
19:22
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
0 comentarios:
Publicar un comentario